Este año ha sido especial, lleno de cambios y aprendizaje. Te compartimos aquí como puedes preparar todos tus espacios para el cierre del año y el comienzo de año nuevo.
Seguramente hace un año no te imaginabas todo lo que traería el 2020. Un año muy especial lleno de cambios profundos y retos importantes.
Seguramente este año todos los recordaremos como un tiempo que marcó un antes y un después no sólo en la vida de cada persona sino también como humanidad.
Por esto mismo antes de que termine el año es muy valioso que puedes hacer un balance de todo lo que aprendiste y compartiste.
Este balance será la base y preparación para el año nuevo que comienza en algunas semanas.
El hecho de que se esté terminando el año es una gran oportunidad para cerrar un ciclo y empezar con una mentalidad fuerte, estable y enfocada en el ahora.
En este artículo te queremos compartir algunas herramientas que te serán de utilidad para preparar todas tus áreas y espacios para el cierre de año y comienzo de uno nuevo.
Por dónde empezar
Índice del artículo
Hay tanto por aprender y tanto por analizar que a veces no tenemos una ruta clara por dónde comenzar para sacar provecho de todas las experiencias vividas en este año.
Para empezar, es importante tener claro que como seres humanos no nos componemos solamente de un área o espacio.
A modo general nuestro estado físico, mental, emocional y espiritual es lo que define nuestra personalidad y actitud antes los momentos de la vida.
Por ello es importante lograr extraer aprendizajes y metas que queremos cumplir para cada una de estas áreas.
Espacio físico
Nuestro exterior es reflejo de cómo nos sentimos, pero también lo que nos rodea influye en cómo nos comportamos ante las situaciones.
El espacio físico se puede dividir en dos áreas:
La salud física que se compone del cuerpo y cada uno de nuestros órganos, y el ambiente físico que nos rodea como nuestro hogar o la organización de nuestro trabajo.
Salud física
Para empezar, hagamos un balance de nuestra salud física.
Toma un papel y un lápiz. Mantenlos cerca para tus próximas reflexiones.
Toma algunas respiraciones profundas y pregúntate "¿Cómo me siento en este momento?"
Intenta analizar y estudiar cada una de las partes de tu cuerpo empezando desde la cabeza y terminando en los pies.
Identifica algunas de las zonas de dolor o de tensión que puedas estar experimentando en este momento.
No traigas a este ejercicio lo que sentiste en un pasado o como te quisiera sentir en un futuro. En este momento sólo importa el presente.
¿Sientes tensiones? ¿Dolores musculares, de cabeza o intestinales?
Después de haber hecho ese análisis, escribe tus primeras conclusiones en el papel empezando con el título ¿Cómo me siento hoy físicamente?
Este sería el punto de partida para poder cerrar este año y tener unas metas claras de cómo nos queremos sentir físicamente en el año nuevo.
Ten presente que la respuesta que hayas escrito no es correcta ni incorrecta, no te juzgues por el resultado.
Es importante aceptar como sentimos nuestro cuerpo para poder identificar que podemos mejorar o si estamos cómodos con nuestro estado actual.
Esto nos da paso a la segunda pregunta "¿Quiero mejorar mi estado físico actual?"
Si tu respuesta es sí, es importante que puedas empezar a planear los nuevos hábitos que vas a empezar implementar en el año nuevo para poder mejorar tu estado físico actual.
Si tu respuesta es "no, yo me siento cómodo/da con mi estado físico actual" está genial, es lo más importante, que tú te sientas bien con lo que ves en el espejo y con cómo te sientes con tu cuerpo.
Las opiniones o etiquetas que existen en el exterior no deben influir en cómo nos sentimos.
Así que, es importante que tener claro cómo nos estamos sintiendo hoy para definir si queremos cambiarlo o si nos sentimos bien con ello.
Cualquiera de las dos conclusiones está perfecto, lo importante es aceptar este momento con todo el aprendizaje que tuvimos en el 2020.
Nuestro ambiente físico
El lugar que nos rodea es una expresión de nuestras emociones y pensamientos. Por ello es tan importante analizar dónde estamos y que nos rodea.
Si sientes que algo no te representa, cámbialo, si ves algo en un orden que no te gusta, reorganízalo.
Si quisieras cambiar de lugar para refrescar tu ambiente, hazlo.
Siempre teniendo la idea de qué el mundo material es efímero, así como llegan las cosas también se pueden ir.
Sin embargo, el espacio físico también impacta en cómo te sientes, como te desarrollas a nivel profesional y personal, y en como tu cuerpo se mueve a través de ese espacio.
En el papel que tienes al lado tuyo haz un ejercicio de las cinco o 10 cosas que para ti son esenciales.
Esto te ayudará a entender cuáles son esos objetos que puedes mantener presentes en tu entorno.
También te ayudará a tener claro cuales objetos no son tan relevantes para ti y así puedas darles otro uso o compartirlas con alguien más.
Espacio mental
La realidad que percibimos es consecuencia de la realidad que crea nuestra mente.
Por esta razón algunas personas pueden experimentar los retos como un obstáculo y otros como una oportunidad para crecer y mejorar.
En este punto puedes hacer el mismo ejercicio que hiciste para identificar tu salud física.
Cierra los ojos, toma algunas respiraciones profundas y enfoca tu atención en la respiración.
Piensa que no tienes nada más que hacer, solo estar en este momento.
Probablemente tu mente arrojará varios pensamientos. Intenta simplemente observarlos, sin juzgarlos ni criticarlos. Solo observa.
Puedes hacer este ejercicio por el tiempo que consideres necesario.
Una vez lo termines intenta escribir en el papel cuáles fueron esos pensamientos que se quedaron después del ejercicio y que tal vez provocaron alguna emoción.
Este es sólo un primer paso de los ejercicios que puedes hacer durante las próximas semanas de cierre de año.
Día a día intenta identificar los patrones de pensamientos y reacciones que tu mente genera para que así puedas conocer tu estado mental actual.
Por ejemplo, desde que práctico la meditación se me ha facilitado identificar los patrones de pensamientos negativos. De esta forma puedo empezar a ser más consciente de lo que pienso y con lo que me identifico.
Además de la meditación otro ejercicio que puedo ayudar para tu espacio mental es la escritura.
Algunos líderes a nivel global utilizan su diario como un "drenaje" de pensamientos.
Las ideas no son reales, por lo tanto, al escribir lo que estamos pensando los traemos un mundo tangible y así podemos concluir si nos identificamos con ese pensamiento o no.
Espacio emocional
Este espacio es uno de los más complejos para analizar en este año.
Está claro que vivimos emociones fuertes y en algunas ocasiones experimentamos una montaña rusa.
Pregúntate en esta ocasión ¿cómo me siento?
Escribe tu respuesta en el papel y a continuación pregúntate ¿cómo me quiero sentir?
Este será el punto de partida para que puedas implementar nuevos hábitos en el año nuevo.
Por ejemplo, para el espacio emocional uno de los hábitos más saludables es la meditación.
El 80% de las personas que meditan después de un corto tiempo, confirman sentirse más plenos, estables y felices.
Puedes empezar tu camino de la meditación aquí.
Para tu espacio emocional intenta identificar las situaciones, acciones o personas que despiertan emociones tensas o de alegría.
Este pequeño ejercicio te ayudará para hacer una organización de tu espacio emocional.
Así podrás identificar esos momentos o personas que te ayudan a sentirte bien y cuáles no.
De esta manera podrás alejarte de aquello que no te hace bien para tu espacio emocional y acercarte más a lo que alimenta tus emociones.
Espacio espiritual
¡Espera!
Antes de que cierres este artículo porque llegaste a pensar que en esta parte vamos hablar de religión, aguarda un momento.
Cada religión merece respeto, su raíz busca que el ser humano sea una mejor versión.
Sin embargo, para esta ocasión hablamos del crecimiento espiritual, relacionado con el nivel de paz interior que tenemos actualmente.
¿Qué situaciones te generan paz interior y cuáles no? ¿De 1 a 10 que nivel de paz interior tienes actualmente?
Son preguntas profundas y las respuestas pueden salir rápido o no.
Así que tómate tu tiempo para responder.
Lo importante es que puedas identificar como te sientes en este momento a nivel profundo y espiritual.
Sentirte bien espiritualmente no significa irte a un lugar muy lejos o meditar 14 horas al día.
Significa que te levantes bien, con conciencia plena de este momento, con un sentido de gratitud, respeto por tu entorno y con tu ser.
Para este espacio es de gran utilidad la práctica de la meditación, no solo reduce las tensiones físicas, emocionales y mentales, también alimenta el nivel de paz interior.
Te invitamos a que empieces el camino de la meditación con esta ruta para empezar a meditar
Estos son algunos de las formas que te pueden ayudar a tener un buen cierre de año teniendo presente los aprendizajes y experiencias que tuviste para que si puedes sembrar las bases de un gran año nuevo.
Esperamos que este año haya sido de mucho crecimiento y unión para ti y tu entorno.
Te invitamos a que lo compartas con esa persona que crees que le puede ser de ayuda y hagamos juntos un año nuevo lleno de plenitud, bienestar y felicidad.