¿A partir de qué edad se puede meditar?
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No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, ya que personas de todas las edades pueden beneficiarse de la meditación. Sin embargo, algunos expertos recomiendan que los niños menores de 12 años no empiecen a meditar sin la orientación de un padre o profesor.
En el caso de los adolescentes y los adultos, se suele recomendar empezar poco a poco con sesiones más cortas, aumentando gradualmente tanto la duración como la frecuencia de la práctica. La meditación puede practicarse en cualquier momento y lugar, por lo que es fácil de integrar en la rutina diaria.
Los estudios clínicos dicen que la meditación puede ayudar a las personas con ansiedad, depresión, insomnio y dolor crónico. Los investigadores todavía están explorando cómo funciona la meditación y qué ocurre en el cerebro durante la misma.
Pero hay pruebas de que cambia la actividad de ciertas regiones del cerebro relacionadas con la atención, el procesamiento sensorial y la regulación del estrés.
¿A partir de qué edad se puede meditar?
Entonces:
La meditación es una forma eficaz de aliviar el estrés y tiene otros beneficios para la salud. Sin embargo, es importante empezar poco a poco y aumentar gradualmente tanto la duración como la frecuencia de la práctica.
La meditación puede practicarse en cualquier momento y lugar, por lo que es fácil de integrar en la rutina diaria. Los estudios clínicos afirman que la meditación puede ayudar a las personas con ansiedad, depresión, insomnio y dolor crónico.
Los investigadores todavía están explorando cómo funciona la meditación y qué ocurre en el cerebro durante la misma, pero hay pruebas de que cambia la actividad de ciertas regiones del cerebro relacionadas con la atención, el procesamiento sensorial y la regulación del estrés.
En el caso de los adolescentes y los adultos, se suele recomendar empezar poco a poco con sesiones más cortas, aumentando gradualmente tanto la duración como la frecuencia de la práctica. Recuerda que la meditación puede practicarse en cualquier momento y lugar, lo que facilita su integración en la rutina diaria. Y, por último, aunque hay que investigar más en este ámbito, los estudios clínicos afirman que la meditación puede ayudar a las personas con ansiedad, depresión, insomnio y dolor crónico.