Algunos investigadores clasifican dos tipos de procrastinadores: procrastinadores pasivos y activos.
Procrastinadores pasivos: retrasan la tarea porque tienen problemas para tomar decisiones y actuar en consecuencia.
Procrastinadores activos: retrasan la tarea a propósito porque trabajar bajo presión les permite "sentirse desafiados y motivados"
Otros definen los tipos de procrastinadores en función de diferentes estilos de comportamiento de procrastinación, que incluyen:
Perfeccionista: pospone las tareas por miedo a no poder completar una tarea a la perfección.
Soñador: pospone las tareas porque no es bueno prestando atención a los detalles.
Desafiador: no cree que alguien deba dictar su horario
Preocupado: pospone las tareas por miedo al cambio o deja la comodidad de "lo conocido"
Creador de crisis: Pospone las tareas porque les gusta trabajar bajo presión.
Overdoer: asume demasiado y lucha por encontrar tiempo para comenzar y completar la tarea