Cómo meditar en la playa
Si quieres añadir un poco de relajación y atención a tu viaje a la playa, considera la posibilidad de meditar en la arena. Es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida cotidiana, así que pasar un rato sentado en silencio en la playa puede ayudarte a aclarar tus pensamientos y centrarte. A continuación te explicamos cómo empezar:
Encuentra un lugar cómodo: Busca un lugar en la arena que te resulte cómodo para sentarte o tumbarte. Lo que quieres es poder relajarte por completo, así que asegúrate de que no estás demasiado cerca de ningún ruido o distracción.

Cómo meditar en la playa
Cómo meditar en la playa
Cómo meditar en la playa
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración: Una vez instalado, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Inspira y espira lentamente y
Si quieres añadir un poco de relajación y atención a tu viaje a la playa, considera la posibilidad de meditar en la arena. Es fácil dejarse llevar por el ajetreo de la vida cotidiana, así que pasar un rato sentado en silencio en la playa puede ayudarte a aclarar tus pensamientos y centrarte. A continuación te explicamos cómo empezar:
Encuentra un lugar cómodo: Busca un lugar en la arena que te resulte cómodo para sentarte o tumbarte. Lo que quieres es poder relajarte por completo, así que asegúrate de que no estás demasiado cerca de ningún ruido o distracción.
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración: Una vez instalado, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Inspira y espira lentamente y uniformemente, dejando que tu respiración sea lo único en lo que te concentres.
Busca tensiones en tu cuerpo: Una vez que estés concentrado en tu respiración, empieza a escanear tu cuerpo en busca de zonas de tensión. relaja conscientemente cualquier músculo tenso o zona de estrés.
Libera cualquier pensamiento: Mientras sigues respirando lenta y profundamente, deja ir cualquier pensamiento que entre en tu mente. No intentes alejarlos, simplemente obsérvalos y suéltalos. Sigue concentrándote en la respiración y en la relajación del cuerpo.
Termina con unos minutos de gratitud: Cuando estés listo para terminar tu meditación, tómate unos minutos para sentarte en silencio y sentirte agradecido por la experiencia. También puedes dedicar este tiempo a visualizarte a ti mismo pasando un rato divertido y relajado en la playa.