La conexión dieta-cerebro es un tema también conocido como psiquiatría nutricional, conexión intestino-cerebro o "alimentos y estado de ánimo". Significa que lo que comemos impacta directamente en nuestro cerebro y, en última instancia, en nuestro estado de ánimo. El cerebro funciona mejor cuando se le dan alimentos de alta calidad que lo nutren, como los que contienen vitaminas, minerales y antioxidantes. Ciertos alimentos actúan como una ayuda en la "prevención y tratamiento de trastornos mentales", como la depresión.1

El impacto de nuestra dieta en la salud mental también podría afectar el control del apetito y la salud intestinal.1 Los investigadores han descubierto que las hormonas intestinales están involucradas en la conexión entre la dieta y el cerebro.2 Estas hormonas se envían desde el intestino al cerebro y contribuyen al funcionamiento cognitivo.

La conexión dieta-cerebro también es crucial para la prevención de enfermedades crónicas. Las dietas de la mayoría de los estadounidenses consisten en altas cantidades de azúcar, carbohidratos, calorías y grasas, lo que provoca diabetes, enfermedad de Alzheimer, enfermedades cardíacas y obesidad.

La contribución de la dieta a la cognición va más allá de la memoria y la velocidad de procesamiento y tiene un impacto significativo en el desarrollo del cerebro. "Durante el desarrollo de las estructuras cerebrales en las fases prenatal y perinatal, es importante que toda la energía y los nutrientes necesarios puedan ser absorbidos de la dieta".

Esto significa que la influencia de la dieta en el cerebro comienza antes del nacimiento, ya que el bebé se nutre de los nutrientes de la madre, y este impacto en el desarrollo del cerebro continúa durante toda la niñez.