Adquirir el hábito de escuchar activamente puede tener un impacto positivo en muchas áreas clave de su vida. Puede afectar sus relaciones, su trabajo y sus interacciones sociales.
En las relaciones
La escucha activa te ayuda a comprender mejor el punto de vista de otra persona y responder con empatía. Esto es importante en todo tipo de relaciones saludables, ya sea con un cónyuge, padre, hijo, otro miembro de la familia o amigo.
Ser un oyente activo en tus relaciones implica reconocer que la conversación se trata más de la otra persona que de ti. Esto es especialmente importante cuando la otra persona está emocionalmente angustiada.
Su capacidad para escuchar activamente a un familiar o amigo que está pasando por un momento difícil es una valiosa habilidad de comunicación. Ayuda a evitar que ofrezca opiniones y soluciones cuando la otra persona realmente solo quiere ser escuchada.
En el trabajo
La escucha activa en el trabajo es especialmente importante si se encuentra en un puesto de supervisión o interactúa con frecuencia con colegas. Le ayuda a comprender los problemas y colaborar para desarrollar soluciones. También muestra su paciencia, un activo valioso en el lugar de trabajo.
En algunos casos, la escucha activa en el trabajo puede ayudar a mejorar la seguridad en el lugar de trabajo. Por ejemplo, si está en el campo de la atención médica, participar en la escucha activa puede ayudar a reducir los errores médicos y prevenir daños no intencionales al paciente.
Durante Situaciones Sociales
Las técnicas de escucha activa, como reflexionar, hacer preguntas abiertas, buscar aclaraciones y observar el lenguaje corporal, lo ayudan a desarrollar relaciones cuando conoce gente nueva. Las personas que son oyentes activas y empáticas son buenas para iniciar y mantener conversaciones.
La escucha activa ayuda a que los demás se sientan más apoyados emocionalmente.6 Esto puede ser beneficioso al interactuar con una persona que tiene ansiedad social. Según la investigación, el apoyo emocional afecta la corteza prefrontal dorsolateral izquierda del cerebro, lo que resulta en una disminución de los sentimientos de angustia en las personas socialmente ansiosas.