La gran dimisión es el término utilizado para describir el abandono generalizado de puestos de trabajo que se ha producido desde el inicio de la pandemia de COVID-19. El concepto se basa en la premisa de que los empleados están cada vez más dispuestos a dejar sus puestos de trabajo debido a los retos e incertidumbres que plantea la pandemia.
La gran renuncia ha dejado a muchas empresas luchando por encontrar trabajadores de reemplazo, así como lidiando con la pérdida de conocimiento y experiencia institucional. En algunos casos, las empresas han tenido que cerrar completamente por falta de personal.
La gran dimisión también ha tenido un impacto significativo en la economía mundial, ya que las empresas se han visto obligadas a recortar costes y despedir trabajadores para poder sobrevivir. Esto ha provocado un aumento del desempleo y una disminución de el gasto de los consumidores, lo que ha agravado aún más el impacto económico de la pandemia.
La gran resignación es un fenómeno que probablemente continuará durante algún tiempo, ya que la pandemia sigue provocando retos e incertidumbres tanto para las empresas como para los trabajadores. Es importante que las empresas estén preparadas para esta posibilidad y cuenten con planes de contingencia para minimizar el impacto en sus operaciones.