¿Qué le sucede a tu cerebro cuándo meditas?

Cuando se medita, el cerebro experimenta cambios tanto en su estructura como en su funcionamiento. Los estudios han demostrado que las personas que meditan con regularidad tienen un mayor grosor en el córtex, que es la parte del cerebro responsable de procesar la información de los sentidos.

El córtex también se vuelve más eficiente en su capacidad de procesar la información. Además, la meditación se ha relacionado con cambios en la actividad de la red de modo por defecto, que es la red de regiones cerebrales que están activas cuando una persona no está concentrada en ninguna tarea específica.

La actividad de la red de modo por defecto se asocia con la auto reflexión, la ensoñación y la divagación mental.

Se ha demostrado que la meditación disminuye la actividad de la red de modo por defecto, lo que significa que las personas que meditan son más capaces de concentrarse en tareas orientadas al trabajo y son menos probable que se distraigan con sus propios pensamientos.

Conexiones cerebrales y meditación

El cerebro está formado por miles de millones de neuronas, que están interconectadas por trillones de sinapsis. Estas conexiones entre neuronas permiten que la información pase de una neurona a otra, y constituyen la base de toda la actividad cerebral.

Cuantas más conexiones haya entre las neuronas, más eficaz será el cerebro a la hora de procesar la información. La meditación se ha relacionado con un aumento del número de conexiones entre diferentes regiones del cerebro.

Por ejemplo, un estudio descubrió que las personas que meditaban regularmente tenían una mayor conectividad entre las regiones frontal y posterior del córtex, responsables de la atención y el procesamiento visual respectivamente

Esto sugiere que la meditación puede ayudar a mejorar la capacidad de concentración y atención de una persona.

Además de los cambios en la estructura y la función del cerebro, la meditación también ha se ha relacionado con cambios en la actividad cerebral.

La actividad cerebral puede medirse mediante técnicas como la resonancia magnética funcional (IRMf). Los estudios que utilizan la IRMf han descubierto que la meditación está asociada a una mayor actividad en el córtex prefrontal, responsable de los procesos cognitivos de alto nivel, como la planificación y la toma de decisiones.

La meditación también se ha relacionado con un aumento de la actividad en la red de modo por defecto, que es la red de regiones cerebrales que están activas cuando una persona no está concentrada en ninguna tarea específica.

La actividad de la red de modo por defecto se asocia con la auto reflexión, la ensoñación y la divagación mental. Se ha demostrado que la meditación disminuye la actividad de la red de modo por defecto, lo que significa que las personas que meditan son más capaces de concentrarse en tareas orientadas al trabajo y es menos probable que se distraigan con sus propios pensamientos.

En conclusión, la meditación tiene una serie de beneficios para el cerebro. Puede ayudar a aumentar el grosor del córtex, mejorar la eficacia del procesamiento de la información y aumentar la conectividad entre las diferentes regiones del cerebro.

Además, la meditación está asociada a cambios en la actividad cerebral, incluyendo un aumento de la actividad en el córtex prefrontal y una disminución de la actividad en la red de modos por defecto. Estos cambios pueden conducir a una mejora de la concentración y a una reducción de la divagación mental.