El abuso psicológico, también conocido como abuso mental o emocional, implica el uso de comunicación verbal y no verbal para tratar de controlar a alguien o dañarlo emocionalmente.
Aunque el abuso psicológico no deja moretones ni huesos rotos, puede causar graves problemas emocionales y problemas de salud mental.2 Esta forma de abuso puede ser más difícil de detectar; sin embargo, es importante reconocerlo y buscar ayuda lo antes posible, ya que a menudo es un precursor del abuso físico.
Señales de abuso psicológico
Estar visiblemente molesto o agitado
Ser retraído y no responder
Evitar a ciertas personas o estar asustado, nervioso o tímido con ellas
Comportarse de manera inusual, como mecerse, morder o chupar
También hay signos más sutiles, como:
Comenzar a cancelar planes en el último minuto
Poner excusas por las palabras o comportamientos hirientes de la pareja.
Estar más callado cuando la pareja está cerca
Ser demasiado apologético
Aparentar ser más indeciso e inseguro
Sentirse apurado todo el tiempo
Comprobar constantemente el teléfono/la pareja está constantemente comprobando
Detectar el abuso por poder
Tipos de abuso psicológico
El abuso psicológico puede tomar diferentes formas, que pueden incluir:
Intimidación
Coerción
Acoso
Ridículo
Humillación
iluminación de gas
Acoso
Infantilización
Aislamiento
Silencio
Manipulación
Control
amenazas
Insultar
El abuso psicológico puede ocurrirle a cualquier persona, en cualquier tipo de relación, incluidas las amistades, las relaciones laborales, las relaciones íntimas o las relaciones familiares. El abuso infantil y el abuso de la pareja íntima se encuentran entre las formas más comunes de abuso y se consideran problemas graves de salud pública.
Abuso de pareja íntima
Estos son algunos ejemplos de abuso de pareja íntima:
Querer saber qué estás haciendo, dónde estás y con quién estás en todo momento
Esperar que esté en contacto constante o verificar su paradero
Querer las contraseñas de su teléfono, dirección de correo electrónico y cuentas de redes sociales para rastrear su actividad digital
Seguimiento de sus hábitos de gasto y control de sus finanzas
Ponerse celoso y acusarlo con frecuencia de engañarlo
Tomar decisiones en su nombre, como lo que comerá o vestirá, a menudo sin consultarlo.
Tratar de evitar que te reúnas con tus amigos y familiares.
Desanimarlo de trabajar, ir a la escuela o asistir a eventos sociales
Disuadirlo de obtener ayuda o consejo médico
Enfadarse y abusar de formas que le asustan
Maldecirte, insultarte o tratarte como a un niño
Ponerte en ridículo o humillarte delante de los demás
Amenazar a usted o a sus seres queridos con daño físico
Amenazarlo con acciones policiales o legales, a menudo por razones inventadas
Amenazar con lastimarse a sí mismos cuando están enojados con usted como una forma de manipularlo y controlar su comportamiento
Diciéndote cosas como: "Si no puedo tenerte, nadie puede".
Experimentar abuso de pareja íntima puede hacer que usted:
Sentirse no deseado e indigno de amor y respeto.
Sentirse desesperanzado, impotente, culpable o avergonzado
Sentirse controlado, manipulado o utilizado
Sentirse abrumado y estresado
Vive con el miedo constante de molestar a tu abusador
Actuar de manera diferente para evitar molestar a su abusador
Duda y cuestiona tu versión de los hechos
Tiene dificultad para concentrarse, dormir o disfrutar de su trabajo y pasatiempos
Desarrollar ansiedad, depresión, problemas de autoestima o dolor crónico
Si usted o un ser querido es víctima de violencia doméstica, comuníquese con la línea directa nacional de violencia doméstica para obtener asistencia confidencial de defensores capacitados.