Toda mamá quiere que su bebé sea feliz y saludable.

Si bien la mayoría de las mujeres embarazadas saben que deben minimizar los malos hábitos como beber y fumar, el vínculo madre-bebé "en el útero" también es de suma importancia.

Si bien hay varias formas de fortalecer este vínculo, incluido el masaje prenatal, hablar, cantar y tocar música relajante, el mejor método de todos es posiblemente la meditación.

¿Por qué es tan importante este vínculo, entonces? En el útero, los bebés están muy sintonizados con el estado mental y emocional de la madre. Por ejemplo, si la mamá está lastimada o asustada, la frecuencia cardíaca de su bebé por nacer puede duplicarse.

Cómo la meditación fortalece el vínculo madre-bebé

Los bultos del bebé no solo saben y sienten cuando mamá está tranquila y feliz, sino que también experimentan las mismas emociones y beneficios maravillosos. Entonces, tiene sentido que una madre crónicamente alterada pueda causar problemas de personalidad e incluso de salud en el futuro para su pequeño.

Como solo un ejemplo, es un hecho médico bien conocido que las madres con presión arterial alta e hipertensión aumentan significativamente el riesgo de preeclampsia y daño cerebral prematuro.

Si mamá está practicando la meditación con regularidad, entonces su barriguita está compartiendo todos los magníficos beneficios.

Un estudio altamente referenciado por Vivekananda Yoga Research Foundation en India encontró que para 169 mujeres embarazadas, una práctica diaria de yoga y meditación mejoró significativamente el peso al nacer, redujo los nacimientos prematuros y disminuyó las complicaciones médicas generales para los recién nacidos.

Por supuesto, este estudio es solo la punta del iceberg. Las mamás que meditan benefician a sus bebés de muchas más maneras.

Si el pequeño está agitado, moviéndose, pateando el vientre de mamá, la práctica de la mente antigua es muy útil.

El ambiente súper fértil de la meditación no solo nutre la salud y la felicidad del bebé por nacer, sino que también lo calma cuando está inquieto.

Un bebé zen es naturalmente tranquilo y sereno en el útero, con beneficios que duran mucho después del parto.

El vínculo madre-bebé es aún más profundo

Si bien todas las madres quieren que su hijo por nacer sepa que lo quieren y lo aman, transmitir esta información no siempre es tan fácil.

Si tan solo hubiera un estado mental y emocional altamente sintonizado para que mamá comunicara este mensaje profundo.

En realidad, ¡hay!

Como el estado de conciencia más profundo que un ser humano puede alcanzar, la meditación es el medio empático perfecto para este tipo de maravillosa comunicación de corazón a corazón.

¿Cómo meditar?

Trate de comenzar con la práctica de la meditación en un lugar tranquilo sin distracciones como teléfonos o ruido. A medida que avance, podrá meditar en entornos más estresantes, que pueden ser donde más necesite meditar.

Una posición cómoda. No importa si meditas acostado, sentado o de pie, o incluso mientras caminas. Solo trata de encontrar una posición cómoda que no te distraiga de enfocarte.

Cuando tienes todos estos elementos, puedes practicar la meditación de la forma que mejor te parezca. No te preocupes por meditar de la manera correcta. Aunque ciertamente puedes tomar una clase si lo deseas, también puedes practicar por tu cuenta cuando sea conveniente para ti. Aquí hay algunas ideas para comenzar:

Respira profundamente. Centra toda tu atención en tu respiración. Concéntrate en prestar atención cada vez que inhalas y exhalas. Respira lenta y profundamente. Si tu mente comienza a divagar, sigue volviendo a centrar tu atención en la respiración.

Escaneo corporal. Lleva tu atención a diferentes partes de tu cuerpo, enfocándote en las sensaciones que sientes. Puede combinar la exploración de su cuerpo con la respiración profunda e imaginarse respirando calidez y relajación en cualquier tensión que encuentre en su cuerpo.