Se supone que estar "embarazado" es uno de los momentos más felices en la vida de una mujer.
Sin embargo, para muchas mujeres, este es un momento increíblemente ansioso, confuso y aterrador. El aluvión de estrés interminable del embarazo puede, como un juego de Jenga, acumular un bloque inestable a la vez.
Sin una salida o liberación adecuada, la situación de estrés altamente inestable de una mujer puede llegar a un punto de inflexión. Como probablemente puedas adivinar, ¿qué sucede después de que los bloques de Jenga caen sobre la mesa? Depresión.
Un estudio realizado por el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) encontró que hasta el 23% de todas las mujeres luchan contra la depresión durante el embarazo.
La cuestión es que, con las hormonas inestables y todo eso, las mujeres embarazadas deprimidas a menudo son mal diagnosticadas por los médicos.
La paradoja depresión-embarazo
Cuando se diagnostica correctamente, un médico bueno y bien informado está un poco atado con lo que puede hacer.
Una mujer embarazada que toma medicamentos con efectos secundarios conocidos y desconocidos es como andar de puntillas por un campo de minas terrestres.
Si no se trata, la depresión puede dejar a la futura mamá sin la energía, la fuerza y el deseo necesarios para nutrir a un bebé feliz y saludable.
La depresión puede tomar una rutina que alguna vez fue feliz y normal y hacerla pedazos, dejando a la futura madre con una larga lista de malos hábitos.
La mala nutrición, el alcohol, los cigarrillos y las drogas duras pueden generar grandes problemas en el futuro, como el nacimiento prematuro, el desarrollo lento del cerebro y el bajo peso al nacer.
¿Medicarse o no?
Se ha demostrado que los pequeños nacidos de madres deprimidas son menos activos, tienen períodos de atención más cortos y tienden a ser más disruptivos.
Los expertos han debatido si la medicación es o no la vía más alta y mejor para las mujeres durante el embarazo, ya que el bebé también la tomará una vez que atraviese la placenta.
Afortunadamente, la meditación es la mejor manera de sacar a mamá de la depresión prenatal y posparto (antes y después del parto).