El trastorno narcisista de la personalidad es un trastorno mental que se caracteriza por un sentido exagerado de la propia importancia, una falta de empatía por los demás y un deseo de admiración. Las personas con este trastorno suelen buscar la atención y la aprobación de los demás y pueden sentirse fácilmente heridas u ofendidas cuando no la reciben. También pueden tener un sentido de derecho y esperar un trato especial de los demás.
Aunque todo el mundo tiene algunos rasgos narcisistas, las personas con trastorno narcisista de la personalidad tienen un sentido exagerado de la autoimportancia y una necesidad de atención y admiración constantes. Suelen estar preocupados por pensamientos y fantasías de éxito, poder, belleza o amor ideal. Pueden creer que son superiores a los demás y que sólo pueden ser comprendidos por los demás o asociarse con ellos que también son especiales o de alto estatus. Las personas con este trastorno suelen requerir una admiración excesiva y a menudo tratan de asociarse con personas que perciben como exitosas o importantes.
Las personas con trastorno narcisista de la personalidad pueden ser difíciles de tratar y a menudo se aprovechan de los demás. Pueden tener un sentido de derecho y esperar un trato especial o favores. También pueden ser muy competitivos, envidiando o menospreciando a otros que perciben como exitosos. Pueden intentar restar importancia a los logros de los demás para parecer más superiores.
El trastorno narcisista de la personalidad puede causar problemas en muchas áreas de la vida, como el trabajo, la escuela o las relaciones. Las personas que padecen este trastorno pueden tener dificultades para conservar un trabajo o mantener relaciones a largo plazo. Se pueden encontrar en una variedad de escenarios, como entornos de trabajo o situaciones sociales.
Se desconoce la causa del trastorno narcisista de la personalidad, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. El tratamiento de este trastorno suele consistir en psicoterapia, que puede ayudar a las personas que lo padecen a aprender a manejar sus emociones y a relacionarse con los demás de forma más positiva. también se puede prescribir medicación para tratar la ansiedad o la depresión asociadas. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización.