El cerebro está programado para la felicidad. Cuando experimentas emociones positivas, tu cerebro libera cuatro sustancias químicas que trabajan juntas para darte un impulso de buenos sentimientos: dopamina, oxitocina, endorfinas y serotonina.
La dopamina se denomina a veces la "sustancia química de la recompensa" porque se libera cuando se hace algo placentero. La oxitocina se denomina a veces la "hormona del abrazo" porque se libera cuando se abraza a alguien o se crea un vínculo con él. Las endorfinas se denominan a veces "sustancias químicas para sentirse bien" porque ayudan a reducir el dolor y aumentar el placer. La serotonina se denomina a veces "sustancia química calmante" porque ayuda a regular el estado de ánimo y a reducir el estrés.
Estas cuatro sustancias químicas actúan conjuntamente para que y te ayudan a lidiar con el estrés. Cuando eres feliz, tu cerebro se esfuerza por mantenerte así. Pero a veces, el cerebro necesita un poco de ayuda. Ahí es donde entra la adicción a las drogas.
Las drogas secuestran el sistema natural de felicidad del cerebro. Imitan o potencian los efectos de las sustancias químicas ya presentes en el cerebro. Esto crea una falsa sensación de felicidad que es efímera y, en última instancia, destructiva.
Las drogas no son la única forma de aumentar los niveles de estas sustancias químicas de la felicidad. Hay muchas actividades saludables que pueden hacer lo mismo:
El ejercicio libera endorfinas y serotonina.
Pasar tiempo con los amigos y la familia aumenta los niveles de oxitocina.
Reírse aumenta los niveles de endorfinas.
Hacer algo bueno por otra persona aumenta las cuatro sustancias químicas de la felicidad.
Así que la próxima vez que te sientas abajo, prueba una de estas actividades en lugar de recurrir a una droga. Tu cerebro te lo agradecerá!