La asertividad es una habilidad social que nos permite expresar nuestros pensamientos, sentimientos y necesidades de forma clara, directa y respetuosa. Es decir, es la capacidad de comunicarnos de manera efectiva sin ser agresivos ni pasivos. Ser asertivos significa ser capaces de defender nuestros derechos y opiniones sin dañar los derechos y opiniones de los demás.

 

 

Imagina que tu jefe te asigna una tarea fuera de tus capacidades y te pide que la completes en un plazo muy corto. En lugar de aceptar sin más y sentirte abrumado, puedes utilizar la asertividad para expresar tus preocupaciones y buscar una solución que funcione para todos.

 

Por ejemplo, podrías decir: "Entiendo que esta tarea es importante, pero quiero ser honesto contigo sobre mis limitaciones en esta área. ¿Sería posible asignarla a alguien más capacitado? O si no, ¿podríamos trabajar juntos para definir un plazo realista y un plan de acción detallado?"

 

Supongamos que tus amigos quieren ir a un bar que a ti no te gusta, pero te sientes presionado a unirte para no quedarte fuera del grupo. En lugar de ceder a la presión social, puedes utilizar la asertividad para expresar tus preferencias y buscar una alternativa que te haga sentir cómodo.

 

Podrías decir: "Gracias por la invitación, pero la verdad es que ese bar no es mi estilo. ¿Qué les parece si buscamos otro lugar que nos guste a todos?"

 

Imagina que un miembro de tu familia tiene un comportamiento que te incomoda o te lastima, pero no sabes cómo abordarlo sin causar un conflicto. En lugar de guardar silencio y seguir sufriendo, puedes utilizar la asertividad para expresar tus sentimientos y buscar una solución que respete las necesidades de todos. Por ejemplo, podrías decir: "Quiero que sepas que me siento incómodo cuando haces X. ¿Podríamos hablar de cómo podemos hacer las cosas de manera diferente para que ambos estemos cómodos?"

 

Supongamos que un compañero de clase te acosa o te intimida, pero no quieres involucrar a la autoridad para no crear más problemas. En lugar de tolerar el comportamiento inapropiado, puedes utilizar la asertividad para establecer límites claros y defender tus derechos. Podrías decir: "No me siento cómodo con la manera en que me estás tratando y creo que no es justo. Quiero que sepas que voy a defenderme si sigues acosándome".

 

Imaginemos que tu pareja siempre elige la cena sin preguntarte qué te gustaría comer, lo que te hace sentir ignorado y poco valorado. En lugar de guardarte tus sentimientos, decides hablar con tu pareja sobre cómo te sientes. Explicas que te gustaría ser incluido en las decisiones de la cena y que tus preferencias sean tomadas en cuenta. Al expresarte con claridad y respeto, estás practicando la asertividad en tu relación de pareja y trabajando en la construcción de una comunicación más efectiva y saludable.

Ser asertivo es una habilidad social muy importante que nos permite comunicarnos de manera efectiva con los demás. En este artículo, te hemos dado algunos ejemplos de asertividad que te pueden ayudar a mejorar tus habilidades comunicativas y a tener relaciones interpersonales más saludables. Recuerda que la asertividad implica la capacidad de expresar tus pensamientos, sentimientos y necesidades de forma clara, directa y respetuosa, sin atacar ni ser