Motivación laboral: técnicas y tipos
Hay diferentes maneras de motivar a los empleados en el lugar de trabajo. Algunas pueden funcionar mejor que otras, dependiendo del individuo y de la situación. He aquí algunas técnicas y tipos de motivación habituales:
1. recompensar el buen rendimiento: esto puede incluir incentivos económicos, como primas o aumentos, o recompensas no económicas, como el reconocimiento público o los días de vacaciones extra;
2. establecer objetivos claros: es más probable que los empleados estén motivados si saben lo que se espera de ellos y tienen un objetivo tangible al que aspirar;
3. proporcionar comentarios: los comentarios, tanto positivos como constructivos, ayudan a los empleados a comprender el impacto de su rendimiento en la empresa y los aspectos en los que deben mejorar;
4. ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo, ya sea dentro de la empresa o mediante programas de formación y educación;
5. crear un entorno de trabajo positivo: es más probable que los empleados estén motivados si disfrutan viniendo a trabajar y sienten que sus contribuciones se valoran. Esto puede incluir cosas como un horario de trabajo flexible, espacios de trabajo cómodos y una cultura de equipo de apoyo;
6. ofrecer programas de asistencia a los empleados: estos programas pueden ayudar a los empleados con problemas personales o profesionales que puedan afectar a su rendimiento laboral, y pueden incluir cosas como asesoramiento, planificación financiera y servicios de guardería;
7. mostrar aprecio: expresar la gratitud por el trabajo duro y la dedicación de un empleado puede contribuir en gran medida a motivarlo para que siga dando lo mejor de sí mismo. Esto puede hacerse mediante gestos sencillos, como notas de agradecimiento o elogios verbales, o un reconocimiento más formal, como premios o bonificaciones.
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