Los Siete resuenan con el lado positivo del paisaje emocional y su expresión de sí mismos será en su mayoría optimista y enérgica. Es probable que otros experimenten a los Siete como alegres, optimistas y entusiastas. Cuando los Siete experimentan o se sintonizan con emociones incómodas y negativas como la ansiedad, el aburrimiento, el miedo o la tristeza, su respuesta instintiva es hacia posibilidades positivas y planes para el futuro. Esto les permite escapar y anular la incomodidad. Los Siete también pueden ser bastante expertos en "reinterpretar" las experiencias negativas para enmarcarlas como oportunidades positivas o experiencias de aprendizaje. Esta forma de racionalización puede dificultar que un Siete asuma toda la responsabilidad personal cuando las cosas van mal, pero también ayuda a mantenerlo en un camino positivo. A los siete no les gusta que se cuestionen sus habilidades y pueden enfadarse cuando la gente lo hace. Es probable que trabajen activamente para cambiar el estado de ánimo hacia algo más positivo y ligero cuando las cosas se ponen pesadas, o traten de aligerar el estado de ánimo contando chistes.