Amables y agradables, los pacificadores son mediadores y consejeros hábiles en un grupo de amigos o compañeros de trabajo. Trabajan duro entre bastidores para mantener la armonía del grupo constante y fluida.
Cuando eran niños, sabían cómo llevarse bien con cada compañero de clase, lo que los convertía en una gran adición a cualquier proyecto grupal. Pueden ver fácilmente los muchos lados diferentes de un problema y tienden a no sacar conclusiones rápidamente, si es que lo hacen.
Complacientes y humildes, los Pacificadores son estables y amables, dispuestos a hacer un esfuerzo adicional para evitar que el barco se tambalee. Aprecian las pequeñas cosas que hacen los demás y los placeres simples de la vida.
Los Nueves son parte de la tríada “basada en el cuerpo” del Eneagrama, junto con el Ocho y el Uno. Los Uno resisten su ira y se enfocan en el autocontrol y los Ocho expresan su ira y se enfocan en controlar a los demás. Los nueve, sin embargo, evitan su ira y se enfocan en mantener la paz interior.
Si bien aparentemente son agradables, los Nueve se resisten al control externo como un Ocho, excepto que lo hacen de manera pasiva. Esto puede resultar en tendencias pasivo-agresivas.
Muchos Nueve crecen en entornos en los que se vieron obligados a asumir una posición de mediación en conflictos entre padres u otros miembros de la familia. Como estaban rodeados de emociones más grandes, aprendieron a una edad temprana a devaluar las suyas.
Healthy Nines son mediadores y persuasores excepcionales que pueden ayudar a otras personas a comprender diferentes perspectivas. Sin embargo, los Nueve menos saludables pueden mostrarse apáticos, demasiado pasivos y muy autocríticos.
Los nueve crecen cuando aprenden a conectarse más profundamente con su yo auténtico, priorizan sus propios deseos y expresan sus deseos y necesidades a otras personas.