Una vida clara y organizada, tanto por dentro como por fuera, es el objetivo final del perfeccionista. Firmes y diligentes, los perfeccionistas buscan mejorar el estado del mundo a través de la intención y la razón. Tienen un claro sentido del deber y se sienten obligados a servir a la sociedad con voluntad y constancia.
Su método de comunicación suele ser directo, honesto y deliberado. Con poca paciencia para las conversaciones triviales, se hacen cargo de sus deberes de manera contenida. Las tendencias de la moda son motivo de poca preocupación: prefieren invertir en piezas de alta calidad que resistirán el paso del tiempo. Y en las relaciones, tienen una perspectiva similar. Los Uno son socios leales y concienzudos que también tienen altos estándares para sí mismos y para su pareja.
Con su gran capacidad de discernimiento, gravitan hacia carreras en el ejército, el derecho, la medicina forense, las finanzas y la academia. También puede encontrar a los Uno involucrados con organizaciones sin fines de lucro y cívicas/enfocadas en la comunidad, ya que anhelan marcar una diferencia positiva en el mundo.
En el lugar de trabajo, llevan las tareas con cuidado y metodológicamente. Un perfeccionista puede ser el empleado estrella que va más allá para completar todo el trabajo con un alto nivel.
Eneagrama 1 saludable vs. no saludable
Cuando están sanos, los Uno ven una gran cantidad de situaciones para mejorar y aceptar el caos dinámico de la vida tal como es. Tienen un fuerte sentido de la justicia y la equidad, y están dispuestos a tolerar y comprender la diversidad de la humanidad para seguir progresando por el bien común. El perfeccionista logra un equilibrio ideal entre el trabajo y la vida y sabe cómo relajarse.
Cuando son promedio, los Uno organizan y compartimentan todos los aspectos de sus vidas, siguen ideales estrictos y es probable que les apasionen diversas causas sociales. Esto es evidente en sus actividades profesionales o personales y afiliaciones sociales. A menudo rígidos adictos al trabajo, los perfeccionistas pueden suprimir las necesidades emocionales para hacer las cosas.
Cuando no son saludables, los Uno pierden el contacto con la realidad y se enfocan en factores irrelevantes. Esto puede conducir a una espiral de autoafirmación de prejuicios hasta el punto de la obsesión y la compulsión. Pueden desacreditar las opiniones de los demás y ser quisquillosos para mantener bajo control su imagen distorsionada de sí mismos. Hay poco margen para el error en este estado, y los perfeccionistas pueden caer en explosiones de ira y furia cuando sus principios son atacados.