Existen diferentes definiciones sobre la meditación, sin embargo, todas llegan a un mismo punto en común, es la práctica que nos ayuda a conocer cómo funciona la mente, nos ayuda a volver al momento mas importante, el presente.
Puede que llegues a pensar que para comenzar a meditar necesitas 20 o 30 minutos todos los días, o incluso viajar a una montaña aislada en oriente.
Aunque suena a una aventura increíble, la verdad es que solo necesitas comenzar con 5 minutos todos los días y semana a semana ir incrementando. La meditación se adapta a tu tiempo y rutina.
¿La razón? Ayudas a que tu cerebro adopte el hábito de meditar de una manera más natural, orgánica y con menor esfuerzo.
Cada vez que llegue la hora de meditar o pases por el lugar que seleccionaste para practicar, con el tiempo, tu cerebro asimilará la practica.
Cuando meditas con un guía (no tiene que ser presencial, puede ser virtual, videos o audios) junto con tus amigos/as o familiares, los beneficios de la meditación se multiplican.
Imagina que con tú círculo más cercano puedan llevar más felicidad, paz y armonía a sus propias comunidades.
Es como si estuvieras transformando el mundo con una respiración a la vez.