La programación neurolingüística se basa en cuatro principios fundamentales:
La conciencia sensorial es uno de los elementos centrales de la programación neurolingüística. Ser conscientes de nuestras propias reacciones y las de los demás en cualquier situación nos permite tener más flexibilidad y control.
La construcción de una buena relación se refiere a la creación de relaciones que se basan en la confianza y el entendimiento mutuos. Las interacciones personales y comerciales exitosas dependen en gran medida de nuestra capacidad para establecer y mantener una relación con los demás.
El pensamiento de resultados nos ayuda a dirigir nuestros pensamientos y evitar limitarnos con pensamientos negativos. Nos permite tomar decisiones óptimas y alcanzar los objetivos que nos proponemos.
La flexibilidad conductual nos permite cambiar comportamientos improductivos, crear nuevas perspectivas y desarrollar hábitos saludables.
¿Cómo funciona la programación neurolingüística?
En la programación neurolingüística, nuestras mentes se perciben como sistemas operativos internos que consisten en pensamientos, sentimientos y creencias. La PNL determina las formas en que nuestros estados mentales afectan la forma en que actuamos y nos comunicamos con los demás y, lo que es más importante, con nosotros mismos. Estos sistemas pueden ser accedidos y cambiados o “programados” a través del lenguaje.