Debido a que las técnicas de PNL se enfocan en hacer cambios de comportamiento, pueden usarse para una variedad de objetivos diferentes. Los profesionales de la salud mental usan la PNL sola o con otros tipos de terapia, como la psicoterapia o el psicoanálisis, para ayudar a tratar la depresión y la ansiedad. Se puede utilizar para tratar fobias en particular, así como otras expresiones de ansiedad como los ataques de pánico. El terapeuta trabajará para revelar el “mapa” de la persona, los patrones improductivos que nos hacen sentir estancados, y luego escribirá un nuevo mapa que los reemplace con hábitos de empoderamiento y estrategias efectivas.
La programación neurolingüística también puede beneficiar a quienes no tienen un problema grave de salud mental, pero están interesados en el crecimiento personal, una poderosa necesidad humana que puede brindar satisfacción a nuestras vidas. Las técnicas de PNL son particularmente útiles para desarrollar habilidades como hablar en público, ventas y negociación, formación de equipos y liderazgo.
Su naturaleza orientada a la acción y su enfoque en el crecimiento hacen que la programación neurolingüística y el coaching vayan de la mano. Muchos entrenadores usan técnicas de PNL para ayudar a sus clientes a reprogramar sus cerebros y lograr sus objetivos.