Los investigadores sugieren que existen cuatro niveles diferentes de inteligencia emocional, incluida la percepción emocional, la capacidad de razonar usando las emociones, la capacidad de comprender las emociones y la capacidad de manejar las emociones.
Percepción de las emociones:
Índice del artículo
El primer paso para comprender las emociones es percibirlas con precisión. En muchos casos, esto podría implicar la comprensión de señales no verbales, como el lenguaje corporal y las expresiones faciales.
Razonamiento con emociones:
El siguiente paso consiste en utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar aquello a lo que prestamos atención y reaccionamos; respondemos emocionalmente a las cosas que atraen nuestra atención.
Comprender las emociones:
Las emociones que percibimos pueden tener una amplia variedad de significados. Si alguien está expresando emociones de enojo, el observador debe interpretar la causa del enojo de la persona y lo que podría significar. Por ejemplo, si tu jefe está enojado, podría significar que no está satisfecho con tu trabajo, o porque recibió una multa por exceso de velocidad camino al trabajo esa mañana o porque estuvo peleando con su pareja.
Manejar las emociones:
La capacidad de manejar las emociones de manera efectiva es una parte crucial de la inteligencia emocional y el nivel más alto. Regular las emociones y responder adecuadamente, así como responder a las emociones de los demás, son aspectos importantes de la gestión emocional.
Las cuatro ramas de este modelo están ordenadas por complejidad con los procesos más básicos en los niveles inferiores y los procesos más avanzados en los niveles superiores. Por ejemplo, los niveles más bajos implican percibir y expresar emociones, mientras que los niveles más altos requieren una mayor participación consciente e involucran la regulación de las emociones.
