El inconsciente no puede revelarse a través de la introspección, ni a través de un diccionario de símbolos.
Sólo se puede acceder a través del diálogo. En una sesión psicoanalítica se presta especial atención a los tipos de relación que inconscientemente el paciente intenta construir con el analista, los cuales pueden vislumbrarse al escuchar atentamente las palabras que pasan del paciente al analista.
A veces se dice que el psicoanálisis funciona haciendo consciente lo inconsciente. En cierto sentido, podemos "llegar a conocer" el inconsciente sometiéndonos a psicoanálisis, pero solo hasta cierto punto. Subvertirá el mismo conocimiento que construimos para darle sentido, y nunca podremos deshacernos de él. Algo en él siempre permanecerá irreductiblemente perturbador, y acercarse a él siempre provocará ansiedad.