El inconsciente y la cultura están estrechamente entrelazados. Después de todo, las convenciones y tradiciones de una cultura a menudo nos las transmiten nuestros padres.
El psicoanalista Jacques Lacan habló de un paciente que se quejaba de todo tipo de síntomas relacionados con una de sus manos. Durante el análisis, se supo que su padre había perdido su trabajo por una acusación de robo. El paciente se había criado en una región del norte de África donde la tradición religiosa predominante era el islam. Relató a su analista que, según el Corán, a un ladrón se le debe cortar la mano como castigo. Un valor cultural había proporcionado un medio de expresión para una preocupación inconsciente por el estatus de su padre.