En la programación neurolingüística, nuestras mentes se perciben como sistemas operativos internos que consisten en pensamientos, sentimientos y creencias. La PNL determina las formas en que nuestros estados mentales afectan la forma en que actuamos y nos comunicamos con los demás y, lo que es más importante, con nosotros mismos. Estos sistemas pueden ser accedidos y cambiados o “programados” a través del lenguaje.
Mapas internos
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La programación neurolingüística se basa en la idea de mapas internos. Los mapas internos son nuestras representaciones personales de la realidad. Aprendemos a navegar estos mapas a través de experiencias sensoriales que determinan nuestros sentimientos y comportamientos. Pueden ser auditivos, visuales, olfativos, gustativos o cinestésicos. Con la ayuda de la PNL, es posible modificar cualquier limitación creada inconscientemente de nuestros mapas individuales.
La PNL presupone que estamos predispuestos hacia uno de nuestros sistemas sensoriales, ya sean imágenes, sentimientos, sonidos, gustos u olores. Por lo tanto, tendemos a utilizar nuestro sistema de representación preferido (PRS) para procesar nuestras experiencias. Pero si conseguimos operar con todos los sistemas representacionales y hacer uso del más adecuado en diferentes circunstancias, conseguiremos aumentar nuestra flexibilidad conductual.
Modelando la excelencia
Un aspecto importante de la programación neurolingüística es modelar o recrear la excelencia. El modelado proporciona estrategias para copiar los logros de otros con el fin de introducir la excelencia en nuestras propias vidas. Podemos modelar cualquier habilidad o comportamiento dominando las creencias subyacentes y los procesos de pensamiento y aplicándolos a nuestras vidas.
Niveles lógicos de cambio
El modelo de niveles lógicos de cambio es una herramienta indispensable en la PNL. Se utiliza para crear planes para modificar pensamientos o comportamientos indeseables.
El modelo fue inspirado por el renombrado antropólogo y lingüista británico Gregory Bateson. Según Bateson, el aprendizaje consiste en jerarquías naturales. Estas jerarquías proporcionan una hoja de ruta para el proceso de cambio. Cada uno de los seis niveles influye y dirige a los de abajo.
Ambiente
El entorno, el entorno y las personas que nos rodean, es el nivel lógico más bajo de la PNL y el más fácil de modificar. El simple hecho de cambiar algo en el entorno o la red puede eliminar los desencadenantes y modificar los comportamientos adictivos u obsesivos.
Comportamientos
Los comportamientos a menudo contribuyen a las acciones y pensamientos negativos. Es crucial poder identificar los comportamientos no deseados que deben cambiarse.
Capacidades y habilidades
Las capacidades y habilidades se refieren a nuestra capacidad para realizar los cambios deseados, así como identificar las herramientas necesarias para realizar esos cambios. Técnicas como la meditación, la hipnosis, el pensamiento positivo y la relajación se pueden utilizar para superar los miedos, por ejemplo.
Creencias y valores
Las creencias y los valores nos dan permiso interno para cambiar. Las adicciones, obsesiones y otros comportamientos indeseables pueden convertirse en un valor importante que afecta negativamente a todos los demás valores personales.
Identidad
La identidad es una evaluación de nuestra capacidad para implementar cambios. Puede ser positivo o negativo.
Propósito y espiritualidad
El propósito y la espiritualidad pertenecen a la participación en la religión o la ética, donde el cambio se ve como parte de algo más grande que nosotros mismos.